Vitaldent Vitaldent
5 min de lectura
Revisado por la Dirección Médica
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Los dientes, con el paso del tiempo, se vuelven más amarillos, incluso llevando a cabo una buena higiene bucal. Esto se debe a un proceso multifactorial, ya sea por causas genéticas, traumatismos o malos hábitos.

Según pasan los años, el esmalte dental -la capa más superficial, de color blanquecina o transparente, que recubre el diente- tiende a desgastarse, dejando ver, así, la dentina (tejido interno del diente de color amarillento).

Por este motivo, tener los dientes amarillentos se ha convertido en una de las cuestiones de estética dental más comunes en los últimos años. Son muchos los pacientes que acuden a consulta con el objetivo de poner fin a este problema, puesto que existen numerosos tratamientos que permiten recuperar el color y brillo de sus dientes.

¿Cuáles son las causas de tener los dientes amarillos?

Las principales causas de unos dientes amarillos vienen determinadas por múltiples factores, aunque, muchas de ellas, están relacionadas con los malos hábitos del día a día. Entre ellos:

Tabaco

El alquitrán, la nicotina y otras sustancias químicas hacen que el tabaco se convierta en uno de los principales causantes de tener los dientes amarillos. Se considera un catalizador, ya que estas sustancias nocivas se van depositando en los poros del esmalte dental, provocando un cambio en el color natural y volviéndolos más amarillos. El tabaco no solo oscurece los dientes, sino que puede provocar mal aliento y graves problemas de salud, los cuales se van acentuando con el paso del tiempo.

Alimentación

Existen numerosos alimentos y bebidas como los frutos rojos, el curry, la salsa de soja, la cúrcuma, el té o el café, entre otros, que contienen pigmentos de color. Estos pigmentos se pueden filtrar en la dentina y teñirla, amarilleando, así, los dientes. También el consumo de bebidas azucaradas como los refrescos energéticos o zumos de frutas, debido a sus ácidos, pueden causar daños en el esmalte dental y cambios de color.

Medicamentos y tratamientos

Existen algunos antibióticos como las tetraciclinas, antihistamínicos y antipsicóticos, que pueden alterar la tonalidad del esmalte dental, provocando manchas en los dientes y volviéndolos de un color más oscuro. Lo mismo ocurre con los tratamientos de radioterapia o quimioterapia y con algunas enfermedades, sobre todo aquellas que afectan al hígado, ya que los dientes se vuelven más propensos a sufrir decoloraciones.

Genética

El factor genético puede afectar al grosor del esmalte y a la dentina. El grosor y la porosidad del esmalte pueden venir determinados por condiciones genéticas, pues, cuanto más poroso sea el esmalte, más propenso será a mancharse. Del mismo modo, las enfermedades hereditarias también juegan un papel importante, ya que pueden alterar el contenido de proteína, calcio o espesor del esmalte, ocasionando, así, cambios de color en el mismo.

Higiene

La falta de higiene bucal provoca que las bacterias y los azúcares de los alimentos se vayan depositando en los dientes, se cristalicen y acaben formando sarro (acumulación de placa bacteriana). De modo que, si no se realiza una buena limpieza, no solo afectará al color de los dientes, sino que también podrá acarrear graves consecuencias para la salud bucodental.

Edad

Con el paso del tiempo, los dientes se van oscureciendo. Esto se debe a que el roce de los dientes y los alimentos van desgastando el esmalte dental y deja al descubierto la dentina, la cual presenta un color más oscuro.

Una buena higiene bucal es clave para evitar tener los dientes amarillos.

Cómo evitar tener los dientes amarillos

Son diversos los factores que influyen en la decoloración de los dientes, incluido las causas genéticas. En cambio, se puede llevar a cabo una serie de recomendaciones y buenas prácticas para evitar tener los dientes amarillos:

  • Reducir el consumo de bebidas o alimentos ácidos: este tipo de alimentos resulta bastante agresivo para los dientes, ya que pueden llegar a debilitar el esmalte y provocar un tono amarillento. Por eso, se recomienda beber agua o leche antes de lavarse los dientes para reducir su efecto erosivo y esperar, al menos, quince minutos antes de cepillarse los dientes.
  • Una buena higiene bucal: es importante cepillarse los dientes después de cada comida de forma suave y con dedicación, usar seda o hilo dental para eliminar cualquier resto de comida entre las zonas interdentales y no abusar de los colutorios con clorhexidina, ya que pueden teñir el esmalte si se utilizan con frecuencia.
  • Evitar bebidas carbonatadas y azucaradas: este tipo de productos provocan una reacción química en los dientes que erosiona el esmalte dental, volviéndolos, así, más propensos a sufrir decoloraciones y caries. Por este motivo se recomienda evitar toda bebida azucarada o carbonatada y, en caso de hacerlo, usar una pajita para evitar el contacto directo con los dientes.
  • No fumar: el tabaquismo es uno de los hábitos más perjudiciales para la salud bucodental, ya que la nicotina que contiene se adhiere al esmalte dental, tiñéndolo de amarillo. No solo afecta a nivel estético, sino que puede ocasionar halitosis, sequedad en la garganta y otros problemas de salud como el cáncer de boca.
  • Limitar el consumo de bebidas y alimentos pigmentados: algunos alimentos como los frutos rojos o la salsa de soja, bebidas como el café, el té o el vino tinto y condimentos como el curry o la cúrcuma pueden causar manchas o cambios de color en el esmalte dental, debido a su alta pigmentación. Por ello, se recomienda evitar, en la medida de lo posible, este tipo de alimentos y cepillarse los dientes después de consumirlos.
  • Visitar al dentista regularmente: es fundamental acudir al odontólogo, al menos, una vez al año para realizar una revisión rutinaria y una limpieza dental para eliminar por completo la placa bacteriana.

¿Cuál es la solución para los dientes amarillos?

Existen diversos tratamientos que ayudan a recuperar el tono blanco de los dientes. Destacan entre ellos:

  • Limpieza dental avanzada: es una técnica de higiene bucal que ayuda a eliminar manchas superficiales de los dientes causadas por agentes externos como pueden ser el vino, el tabaco o el café. Se trata de una limpieza mucho más profunda, la cual también previene de ciertas enfermedades bucodentales como la periodontitis, la caries o la gingivitis. Sin embargo, es necesario llevar a cabo otros tratamientos odontológicos como el blanqueamiento o las carillas dentales para reducir la tonalidad del esmalte.
  • Carillas dentales: son unas finas láminas, normalmente de composite o de porcelana, que se adhieren a la superficie del diente. Las carillas tienen una finalidad meramente estética, ya que permiten corregir la forma, el color o el tamaño del diente. Este tratamiento suele ser la opción más recomendable para aquellas personas que, además de querer aclarar el tono de sus dientes, pretenden mejorar otros aspectos como, por ejemplo, una forma poco estética o un diastema (espacio entre dientes).
  • Blanqueamiento dental: es uno de los tratamientos estéticos más demandados, ya que se trata de un procedimiento relativamente rápido y sencillo, gracias al cual se logra reducir la tonalidad del esmalte. Según las necesidades de cada paciente, existen varios tipos de blanqueamiento, entre los más conocidos se encuentran el blanqueamiento de luz LED o luz fría, el cual se realiza en la clínica en una sola sesión; y mediante férulas, que se lleva a cabo en casa.

Es importante recordar que, antes de realizarse cualquier tratamiento, por mínimamente invasivo que sea, hay que consultarlo con un especialista.

Conclusiones

Según has podido leer, el color de los dientes depende de múltiples factores, tanto por malos hábitos como por causas genéticas. Por este motivo, es recomendable acudir a un especialista que te pueda valorar y recomendar el tratamiento adecuado, en función de tus necesidades y prioridades.

Tal y como hemos explicado, existen diversas soluciones para poner fin a este problema, pero es importante recordar que cualquier tratamiento que lleves a cabo debe ir acompañado de una serie de buenos hábitos para conseguir, así, un resultado visible durante más tiempo.

Si visitas a tu especialista regularmente, al menos, una vez al año y sigues sus recomendaciones, además de recuperar el brillo y el color de tu sonrisa, tendrás una boca más sana.

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Todos los artículos publicados en el blog de Vitaldent han superado un riguroso proceso editorial que garantiza la precisión, la veracidad y la calidad de la información. En dicho proceso editorial juega un papel fundamental la comisión médica de Vitaldent, formada por médicos y odontólogos altamente formados y experimentados en las distintas áreas de la Odontología: