El prognatismo mandibular puede alterar la vida del paciente en distintos aspectos, ya que cambia la estructura facial y, en algunos casos, afecta negativamente a la manera de comer, respirar o abrir la boca.
Todo ello, por supuesto, dependerá del grado de prognatismo que presente la persona. Por suerte, existen tratamientos para el prognatismo mandibular que pueden mejorar y cambiar a mejor la vida del paciente.
En este artículo, te explicaremos cuáles son los orígenes de esta maloclusión y cómo la tratamos en nuestras clínicas dentales.
¿Qué es el prognatismo mandibular?
El prognatismo mandibular, también conocido como clase III, es una deformación que afecta a los dientes y huesos maxilares. Ocurre cuando la mandíbula resulta demasiado prominente respecto al maxilar superior.
Dentro del prognatismo mandibular se pueden distinguir tres situaciones u orígenes:
- Origen mandibular: por posición adelantada de la mandíbula (prognatismo) o por sobrecrecimiento de la mandíbula. Se da cuando la mandíbula se desarrolla de manera excesiva. Su nombre técnico es hiperplasia mandibular.
- Origen maxilar: por posición retrasada del maxilar (retrognatismo) o por falta de desarrollo del maxilar superior. En este caso, el maxilar superior es el que presenta un defecto de crecimiento. También se conoce con el nombre de hipoplasia maxilar. Es la situación más frecuente entre las personas que padecen prognatismo.
- Mixto. Se produce cuando la mandíbula se desarrolla en exceso o tiene una posición adelantada y el maxilar crece menos de lo que debería o tiene una posición más retrasada.
Síntomas de la clase III
Los síntomas más habituales del prognatismo mandibular son los siguientes:
- Dientes inferiores más adelantados que los superiores.
- Alteraciones en el proceso de masticación y deglución. Al estar los dientes inferiores más adelantados que los superiores, las arcadas (superior e inferior) no encajan adecuadamente a la hora de comer y morder los alimentos.
- Dificultades para cerrar la boca: uno de los síntomas del prognatismo mandibular es la dificultad o imposibilidad para cerrar la boca correctamente. Por tanto, el prognatismo puede derivar en una maloclusión conocida como mordida abierta.
- Dolores de cabeza y mandíbula. Las descompensaciones en el crecimiento de los huesos de la cara hacen que los pacientes puedan sufrir dolores frecuentes de cabeza y mandíbula.
- Alteraciones en el lenguaje. Uno de los síntomas del prognatismo es la dificultad para pronunciar determinados fonemas, como /s/, /z/, /d/ y /l/. Esto suele afectar especialmente a los niños.
- Afectación estética: es el signo más llamativo a simple vista. Las personas con prognatismo mandibular presentan una mandíbula prominente.
Las principales causas del prognatismo mandibular son la genética, la hipertrofia de amígdalas, los hábitos orales incorrectos durante la infancia y las alteraciones endocrinas o genéticas.
Causas del prognatismo mandibular
Las causas del prognatismo mandibular son las siguientes:
Genética
Los antecedentes familiares (padres o hermanos con prognatismo) aumentan las posibilidades de padecer esta maloclusión.
Hipertrofia de amígdalas
Un desarrollo excesivo de las amígdalas altera el crecimiento de los huesos maxilares porque el paciente no puede respirar por la nariz. La respiración bucal desequilibra las fuerzas musculares, lo que puede originar un estrechamiento del maxilar superior, mordida abierta, proinclinación de los incisivos inferiores, etc.
Hábitos infantiles
Determinadas costumbres como chuparse el dedo pulgar y usar el chupete o el biberón pasados los tres años de edad también altera el crecimiento de los huesos maxilares. Lo mismo puede ocurrir con la interposición o colocación inadecuada de la lengua.
Todo ello se debe a que, durante los primeros años de vida, los huesos están en pleno crecimiento y son muy moldeables. Por ello, su desarrollo se puede ver alterado fácilmente por agentes externos.
Alteraciones endocrinas o genéticas
Existen determinados trastornos o patologías que pueden causar prognatismo mandibular. Algunos ejemplos de ellos son las anomalías relacionadas con la hormona del crecimiento o el síndrome de Crouzon. Esta es una enfermedad rara de origen genético que provoca malformaciones en el cráneo y la cara.
Tratamiento de la clase III
El tratamiento más adecuado para acabar con el prognatismo mandibular dependerá de distintas circunstancias, principalmente del grado de la maloclusión y de la edad del paciente (niño, adolescente o adulto).
Tratamiento del prognatismo en niños
La razón por la que el tratamiento del prognatismo en niños es distinto al de adultos se debe a que su cavidad bucal está todavía desarrollándose.
En los niños, la maloclusión de clase III puede corregirse con el siguiente tratamiento:
- Máscara facial: es un aparato que se coloca en los niños que experimentan una hipoplasia maxilar. El dispositivo sirve para estimular el crecimiento maxilar. Se usa asociada a un disyuntor de paladar.
Tratamiento del prognatismo en adultos
En el caso de los adultos, es fundamental valorar el grado de clase III de la persona antes de determinar cuál es el tratamiento más adecuado. Y es que, en estos pacientes, la clase III se puede corregir con ortodoncia, si es de origen dentario, y cirugía, si es de origen esquelético.
Para valorar el grado de clase III, el ortodoncista realizará una exploración bucodental, tomará unas fotografías y hará una serie de radiografías (una ortopantomografía y una cefalometría).
Ortodoncia
En los casos de prognatismo mandibular leve y moderado, se podrá llevar a cabo un tratamiento de ortodoncia, ya sea con brackets o con alineadores invisibles.
Cirugía ortognática
La cirugía ortognática es una intervención quirúrgica que siempre se combina con ortodoncia. Está indicada en los casos de prognatismo mandibular más graves o severos.
En estos casos, podemos hablar de dos tipos de cirugía ortognática, en función de los huesos en los que sea necesario intervenir:
- Cirugía ortognática monomaxilar: se realiza cuando solo hay que avanzar el maxilar superior o atrasar la mandíbula. Es decir, cuando el problema reside solamente en uno de los huesos maxilares.
- Cirugía ortognática bimaxilar: en esta operación, el cirujano tiene que actuar tanto en el maxilar como en la mandíbula. Es decir, tiene que retrasar la mandíbula y adelantar el maxilar superior. Es el tipo de cirugía ortognática más frecuente.
Como has podido leer a lo largo de este artículo, el prognatismo mandibular es un tipo de maloclusión que puede alterar la rutina de quien la padece. El aspecto positivo es que se puede solucionar en todos los casos, independientemente de su severidad y la edad de la persona.
Eso sí, como te hemos contado, es mucho más sencilla de corregir de manera temprana. Por tanto, si quieres confirmar que padeces prognatismo mandibular, cuál es su grado y qué tratamiento es el más indicado, te invitamos a acudir a cualquiera de nuestras clínicas dentales para que los ortodoncistas te valoren de manera gratuita.