¿Cómo saber si hay infección en un implante dental? ¿Por qué se origina? ¿En qué consiste el tratamiento? ¿Se puede prevenir? Descubre a continuación las respuestas a estas inquietudes, así como los síntomas que te ayudarán a identificar este problema.
Puntos claves
- La infección en un implante dental no es un problema frecuente, pero puede suceder a consecuencia de una acumulación de bacterias en la boca.
- Hay múltiples factores de riesgo que predisponen a sufrir este tipo de infección, como el tabaco, el alcohol o la diabetes.
- Es importante acudir al dentista ante los primeros síntomas de infección para evitar una periimplantitis y la posterior pérdida del implante.
- Aunque el odontólogo realizará una limpieza profunda de la infección, podría solicitar también un tratamiento antibiótico o quirúrgico según su gravedad.
¿Cómo saber si hay infección en un implante dental?
Los implantes dentales son un tratamiento muy frecuente que tiene la finalidad de sustituir dientes dañados o perdidos. Se llevan a cabo mediante una técnica que hoy en día está muy perfeccionada. No obstante, en casos poco comunes podría producirse una infección.
Estos son los síntomas que pueden advertirte de este problema:
- Enrojecimiento de la encía: en la zona de la intervención.
- Bolsas periimplantarias: bolsas inflamatorias alrededor del implante.
- Dolor: la inflamación puede ir acompañada de dolor y dificultades para masticar.
- Sangrado y supuración.
- Mal aliento o mal sabor de boca.
- Pérdidas de hueso y exposición del cuerpo del implante
- Movilidad del implante: solo en los casos más graves, ya que se trata de un elemento que se atornilla en el hueso.
Ante la presencia de estos síntomas, debes acudir a tu clínica dental lo antes posible. Además, ten en cuenta que una infección puede extenderse a otras partes del organismo.
¿Cuál es la causa de una infección en un implante dental?
La causa principal de este tipo afección son las bacterias que se acumulan en el implante y la encía. Sin embargo, hay diferentes factores que aumentan el riesgo de sufrir una infección en el implante. Por ejemplo:
- Malos hábitos como fumar o consumir alcohol: disminuyen la vascularización de los tejidos e interfieren en el proceso de curación.
- Diabetes: esta enfermedad crónica, cuando no se controla, es un factor de riesgo para este y otros problemas bucodentales.
- Personas con antecedentes de periodontitis (patología crónica de los tejidos que rodean el diente).
- Mala higiene dental.
- Terapia médica con esteroides.
- Quimioterapia o radioterapia.
- Falta de hueso en la mandíbula, lo que complica la sujeción óptima del implante.
- Bruxismo: la presión al apretar o rechinar los dientes de manera frecuente puede llevar a micromovimientos durante el proceso de osteointegración (fijación del implante en el hueso).
Fases de una infección en un implante
Esta afección tiene dos fases que pueden variar en su gravedad según el caso. La primera etapa, que se llama mucositis periimplantaria, es una inflamación de los tejidos blandos que rodean el implante. Es una situación reversible en la que no se ve afectado el hueso.
En la segunda fase, más avanzada, sí se destruye la masa ósea. Es conocida con el nombre de periimplantitis y se caracteriza por la aparición de bolsas periimplantarias. Además, provoca una pérdida progresiva del hueso de soporte y, en casos avanzados, pérdida del implante.
Si te preguntas cómo saber si hay infección en un implante dental, la inflamación, el sangrado y la supuración son algunos de sus síntomas principales.
¿Cómo se trata la infección en un implante dental?
El tratamiento consiste en curar la infección bacteriana y detener el daño en los tejidos. Con esta finalidad, el dentista procederá a eliminar las bolsas periimplantarias y limpiar todas las zonas afectadas por la placa bacteriana. Además, es posible que prescriba enjuagues con un antiséptico, el gluconato de clorhexidina, que también se recomienda para la periodontitis.
En algunos casos puede ser necesario un tratamiento antibiótico. Los fármacos más frecuentes son la amoxicilina y el metronidazol.
Si estas soluciones no son suficientes o hay un daño evidente del hueso, el odontólogo puede solicitar pruebas radiológicas para evaluar la gravedad de la pérdida de los tejidos que rodean el implante. En ese caso, podría recomendar el procedimiento quirúrgico.
¿Se pueden prevenir las bolsas inflamatorias alrededor del implante?
A pesar de la gravedad que puede implicar una periimplantitis, es importante que sepas que se puede prevenir esta fase avanzada de la afección. Para ello, debes acudir a las revisiones de seguimiento y mantenimiento con el odontólogo, que suelen ser a los tres meses, seis meses y un año después de la colocación del implante.
Conocer los factores de riesgo te ayudará a planificar, junto con tu dentista, la mejor manera de abordar todo el proceso.
Además, recibirás indicaciones específicas para aprender a limpiar tus dientes y prótesis, de una manera correcta después de la cirugía y también más adelante como mantenimiento. Pueden ser de gran utilidad unos cepillos específicos para implantes, así como los irrigadores bucales.
¿Te preocupa cómo saber si hay infección en un implante dental? ¿Has observado enrojecimiento o inflamación en la encía que lo rodea, o padeces un dolor localizado en esa zona? Acude a tu clínica Vitaldent más cercana para tratar el problema lo antes posible y evitar el daño en el hueso y la pérdida del implante.