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Injerto de hueso
El injerto de hueso dental es una cirugía que se emplea para corregir defectos óseos, ya sean congénitos, derivados de traumatismos o lesiones de carácter odontogénico. En otras palabras, este tipo de técnica busca recuperar la masa ósea perdida.
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Injerto de hueso dental
Por lo general, esta técnica se utiliza en pacientes que han sufrido una pérdida de hueso considerable tras la caída de uno o varios dientes. En este punto, se debe recordar que cuando faltan piezas dentales, la masa ósea tiende a reabsorberse de manera natural y progresiva. Esto se debe a que el hueso es el encargado de soportar los dientes y, cuando estos desaparecen, el hueso deja de recibir el estímulo necesario y se va atrofiando.
El injerto óseo implica la colocación de material óseo directamente en la zona donde se necesita la reconstrucción.
Las características principales de este tratamiento son las siguientes:
- Técnica: se realiza mediante la colocación quirúrgica de material óseo en la zona afectada. Puede combinarse con otros procedimientos regenerativos.
- Indicación: está aconsejado en casos de pérdida ósea severa donde no hay suficiente base para colocar los implantes dentales.
- Ventajas: proporciona una base inmediata para soportar el crecimiento óseo y la colocación de implantes dentales.
- Material: puede provenir de diferentes fuentes, como hueso del propio paciente, de donantes o biomateriales sintéticos. Dentro del hueso natural podemos distinguir los injertos autólogos (del propio paciente), los aloinjertos (de donantes) y los xenoinjertos (de origen animal).
Gracias a los injertos de hueso, y una vez transcurrido el tiempo necesario (unos meses), se puede alcanzar el nivel de cantidad y calidad ósea suficiente para posteriormente colocar un implante. Es decir, hasta que el paciente no tiene suficiente hueso en altura y anchura no se podrá fijar el implante dental a la boca.
¿Cómo se hace el injerto de hueso dental?
1. Fase de diagnóstico y planificación
En primer lugar, es necesario realizar una exploración oral al paciente, así como pruebas radiográficas, como un TAC o CBCT, para poder determinar si presenta un adecuado volumen óseo. A continuación, se planificará la intervención a través de un programa informático.
2. Fase quirúrgica
Se practica el injerto en el interior del hueso. Después habrá que esperar de cuatro a nueve meses para que el hueso se regenere con éxito. Durante todo este tiempo el paciente tendrá que seguir una serie de pautas y cuidados en casa para favorecer el éxito de la regeneración.
Una vez que el hueso haya cicatrizado, se procederá a la colocación del implante. A continuación, se esperarán alrededor de tres meses, en función del implante colocado y de la calidad del hueso. En algunos casos, se podrá colocar una corona provisional durante este periodo (proceso de osteointegración).
3. Colocación de la corona o prótesis
Tras el periodo de osteointegración, se coloca la corona o prótesis definitiva.
4. Revisión periódica
A los pacientes que se han sometido a este tratamiento se les recomienda, al menos, una visita anual a la clínica dental para supervisar la evolución del proceso.
¿Cuándo se hace un injerto de hueso dental?
Son múltiples las causas que pueden originar la pérdida del hueso situado alrededor de los dientes, generalmente por alguna patología bucodental que genera la pérdida de estos. No obstante, la ausencia de hueso dental también puede deberse a defectos congénitos o a traumatismos.
El injerto de hueso consiste en la colocación directa de material óseo en la zona donde se necesita la reconstrucción.
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FAQs
Preguntas frecuentes
¿Cuántos tipos de injerto de hueso hay?
Los principales tipos de injerto óseo son los siguientes:
- Autoinjerto: se utiliza hueso procedente del propio paciente. Por lo general, los autoinjertos son la solución óptima, ya que evitan el rechazo inmunológico. Sin embargo, no siempre es posible practicar esta técnica.
- Xenoinjerto: es un sustituto óseo procedente de especies distintas al receptor (animales).
- Aloinjerto: se trata de un material de naturaleza inerte (no orgánica).
¿Cómo es el postoperatorio del injerto dental?
Es normal sufrir una hinchazón durante las horas posteriores a la intervención, la cual irá remitiendo de manera paulatina con el paso de los días. Así, tras una semana, lo más habitual es que hayan desaparecido las molestias. Durante el postoperatorio, el paciente deberá tomar la medicación analgésica, antiinflamatoria y antibiótica postquirúrgica que le ha recetado el odontólogo. De esta manera, se atenuarán el dolor, las molestias, la inflamación y el riesgo de infección.
¿Qué cuidados seguir tras un injerto de hueso?
Es necesario mantener una adecuada higiene bucodental durante todo el proceso. El dentista aportará las pautas necesarias para el cuidado de la boca. Algunas recomendaciones generales son las siguientes:
- Seguir una dieta blanda durante las primeras 24 horas. A medida que se vayan reduciendo el dolor, la inflamación y las molestias se podrán incorporar alimentos cada vez más sólidos y duros, pero siempre progresivamente.
- Prescindir del café, el alcohol y las bebidas carbonatadas durante las primeras 24 horas.
- Evitar el cepillado directo en la zona del injerto durante las primeras 48 horas.
- Evitar el tabaco durante, al menos, la primera semana.
¿Cuánto tarda en sanar un injerto de hueso?
El tiempo de recuperación dependerá de la envergadura del injerto óseo que se ha realizado. Lo habitual es que tarde, como mínimo, unos seis meses en sanar. Pasado ese tiempo, se podrá planificar la colocación de los implantes dentales.
¿Cuánto tarda en regenerarse el hueso dental?
Es necesario esperar alrededor de cuatro a seis meses para que se regenere por completo el hueso. Durante este tiempo de espera será necesario acudir a la clínica dental para que el odontólogo haga revisiones y tome radiografías de control, que servirán para comprobar si el proceso evoluciona correctamente. Una vez regenerado el hueso, se podrá planificar la colocación de los implantes dentales.
Contenido supervisado por nuestro equipo médico
María Latorre
Coordinadora médica
María Latorre es coordinadora médica del área de Periodoncia y Endodoncia del Grupo Vitaldent. Es licenciada en Odontología por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y cuenta con el máster en Odontología integrada de la misma institución. Además completó sus estudios superiores con el máster en Cirugía Oral, Implantología y Periodoncia de la Universidad de Málaga.
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